Uno de los actos del Presidente Luis Abinader que ha tenido mayor algarabía con ecos internacionales fue el primer palazo para dejar iniciados los trabajos de remozamientos de las instalaciones deportivas que albergarán los XXV Juegos Centroamericanos y del
Caribe, Santo Domingo 2026.
Retumbó más allá de 37 países cuando se anunció que es el Ministerio de la Vivienda y Edificaciones (Mived), que estará frente a la ejecución de los trabajos.
El ministro del área Carlos Bonilla, detalló las obras que se realizarán de cara al evento regional, citando los recintos deportivos más importantes del país que recibirán adecuaciones, iniciando por el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y el Parque Mirador Este.
Con ribetes especiales se anunció el remozamiento del Estadio Olímpico Félix Sánchez, el Centro Acuático, el pabellón de artes marciales, las canchas de voleibol, el velódromo, los estadios de
softbol, béisbol entre otras”.
También el Pabellón de Esgrima, el estadio de fútbol, y los estacionamientos del Centro Olímpico. Reemplazarán los asientos del fútbol. Antes tenía capacidad para 15 mil fanáticos, y lo llevarán a 21 mil.
Además, tendrá grama estructurada y mejor iluminación.
El Palacio de los Deportes, Virgilio Travieso Soto, ya está siendo reparado.
El gobierno del presidente Abinader invertirá en las obras más de 2,700 millones de pesos que puso a soñar, hasta a “silentes” sectores y personas del área de la construcción.
Los importantes anuncios siguieron llegando y el presidente del Comité Organizador de los Juegos, José Monegro, hizo saber de la edificación de una Villa con inversión privada de la afamada Constructora Bisonó.
Se trata de un proyecto de vivienda privado, Villa del Este, al lado de la ciudad Juan Bosh, que albergará a más de seis mil atletas que participarán en la cita multideportiva.
Culminados los juegos, los adquirentes de esos apartamentos recibirán un financiamiento a tasa preferencial por parte del Banco del Estado.
Como dije anteriormente, hubo regocijo internacional con los anuncios, pero en algunos sectores locales, “los Patos se ahogaron en aguas turbulentas”, porque el sistema de adecuación de obras, no permitirá contratos por la izquierda, ni a la ligera.
Y, aunque muchos no lo entiendan, esa inteligente y honesta decisión del Gobierno de Luis Abinader, con la ejecución de las obras deportivas y la Villa, es una inyección de un potente analgésico a la grave crisis del sector olímpico en la República
Dominicana.
Siendo así, a trabajar con pulcritud por unos Juegos que estarán celebrando en el 2026, sus 100 años de fundación.
Por: Héctor García
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