NUEVA YORK.- Las tradiciones que desde hace años se mantuvieron en distintos lugares de los condados de la Gran Manzana han desaparecido o reducido últimamente.
En lugares como el Alto Manhattan, Down Town, Queens, El Bronx y Brooklyn, se han esfumado por arte de magia las decenas de motoristas y ciclistas que calibraban sus potentes máquinas, se subÃan por las aceras, cruzaban el semáforo en rojo y burlaban la presencia de la PolicÃa.
Asimismo, han desaparecido o reducido las paradas de múltiples jóvenes en esquinas de diferentes vÃas; el alarde de transeúntes de decir y hacer gestos por pertenecer al grupo LGBT; el alto volumen (ensordecedor) de música en los vehÃculos.
También, se ha reducido el irrespeto a los agentes policiales; de los que entraban a los autobuses de «chivo» para no pagar; las carreras de motores y carros en las diferentes vÃas de la ciudad; hacer «ceritos» dejando huellas en las calles con el vehÃculo acelerado a todo dar.
Además, ya no es frecuente observar el uso de placas fantasmas (de diferentes estados) en los vehÃculos. Se han reducido los «clientes» a restaurantes, supermercados, bodegas, barberÃas, salones de belleza, y visitas a lugares públicos para recreación, entre otras costumbres que desarrollaban a diario los neoyorkinos, entre ellos muchos dominicanos.
Muchos atribuyen la situación al efecto «Trump» por las redadas.