Beirut.- Un bombardeo israelĂ con una intensidad sin precedentes arrasĂł este viernes con varios edificios en los suburbios de Beirut, dejando hasta el momento dos muertos y decenas de heridos entre informaciones de que el objetivo habrĂa sido el lĂder del grupo chiĂ Hizbulá, Hasán Nasrala.
El ataque, que provocĂł explosiones audibles en toda la capital y enormes columnas de humo visibles a gran distancia, derrumbĂł diversos edificios en el corazĂłn del extrarradio meridional del Dahye, donde los equipos de rescate continĂşan con las labores de bĂşsqueda en medio de la destrucciĂłn.
El Ministerio de Salud PĂşblica del LĂbano confirmĂł en un comunicado que dos personas murieron y otras 76 resultaron heridas a causa de los «sucesivos» bombardeos, pero ya alertĂł de que se espera un aumento del balance «en las prĂłximas horas» mientra sigue el operativo de rescate.
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El EjĂ©rcito israelĂ se ha limitado a indicar que atacaron el cuartel general de Hizbulá, supuestamente ubicado bajo un inmueble residencial, pero fuentes de seguridad citadas por la prensa hebrea aseguran que el objetivo del ataque era el máximo lĂder de la formaciĂłn chiĂ.
El movimiento polĂtico y armado libanĂ©s todavĂa no se ha pronunciado al respecto.
Una gran destrucciĂłn
Los bombardeos alcanzaron el barrio de Haret Hreik, causando una «gran destrucciĂłn» y afectando en gran medida a al menos tres calles de la zona, segĂşn la Agencia Nacional de Noticias del LĂbano (ANN).
«Los bomberos, la Defensa Civil y todos los organismos sanitarios siguen trabajando para rescatar a los heridos y extinguir los incendios en los edificios afectados, constatando la dificultad de las operaciones en curso debido a la gravedad de los daños», indicó el medio estatal.

El Dahye ya habĂa sido atacado en otras seis ocasiones desde el inicio del fuego cruzado entre las partes hace casi un año, cuatro de ellas en la Ăşltima semana.
El pasado viernes, más de medio centenar de personas murieron en un bombardeo israelĂ que hizo derrumbarse dos edificios en la zona, donde en los dĂas siguientes se sucedieron además otras tres acciones contra altos mandos de Hizbulá, la Ăşltima de ellas el jueves mismo.
Sin embargo, esta es la primera vez que las detonaciones resonaron no solo por Beirut sino también por poblaciones adyacentes, levantando una nube de humo naranja que algunos atribuyen a bombas antibunker.
Por el momento, se desconoce si el presunto complejo subterráneo alberga en el momento del ataque al lĂder de Hizbulá, grupo que controla el extrarradio.
El clérigo chià vive en ubicaciones secretas desde la última guerra librada contra Israel en 2006 y solo ha aparecido en público en un puñado de ocasiones desde entonces, la última hace más de una década.
TomĂł las riendas del movimiento en 1992 despuĂ©s de que su predecesor Abbás al Musawi muriera en el bombardeo de un helicĂłptero israelĂ contra el sur del LĂbano e, incluso en medio de los fuertes enfrentamientos del Ăşltimo año, siempre da sus discursos en diferido desde paradero desconocido.
Campaña de bombardeos
La acciĂłn contra el Dahye se produce en el quinto dĂa de una intensa campaña de bombardeos israelĂes contra el sur del LĂbano y el oriental Valle de la Bekaa, tambiĂ©n bastiones de Hizbulá.

Los ataques aĂ©reos dejan ya más de 700 muertos y han obligado a unas 120.000 personas a abandonar sus hogares, mientras que unas 30.000 han cruzado la frontera con Siria huyendo de la violencia, la mayorĂa refugiados sirios residentes en el LĂbano, segĂşn datos de la ONU.
Solo entre la medianoche y el mediodĂa de este viernes, perdieron la vida otras 25 personas en diferentes puntos, anunciĂł en rueda de prensa el ministro libanĂ©s de Salud PĂşblica, Firas Abiad.
De acuerdo con la ANN, uno de los ataques de la jornada matĂł a nueve miembros de una misma familia en una vivienda de tres plantas en Chebaa, en el sur del paĂs, la regiĂłn más castigada por la oleada de bombardeos iniciada el pasado lunes.
La campaña, sin precedentes desde la guerra civil libanesa (1975-1990), provocĂł tantos desplazamientos sĂşbitos que muchos de los cientos de albergues abiertos por las autoridades están abarrotados y no hay recursos suficientes para cubrir las necesidades de las familias, denunciaron varias ONG.Â