INDIANÁPOLIS.— Karl-Anthony Towns estaba sentado con los pies en el balde de hielo, mirando fijamente a la nada y con una expresión de decepción en todo su rostro.
Permaneció en esta postura durante varios minutos antes de expresar verbalmente su mal humor.
“Este es mi décimo año en la NBA”, dijo Towns.
“El año pasado fue un año en el que obtuve una gran cantidad de experiencia al llegar a las Finales de la Conferencia Oeste, y sé que cuando estuvimos en los Juegos 80, 81, 82 contra los Suns, miramos hacia atrás a esos Juegos 1, 4, miramos hacia atrás a los que regalamos y que nos pusieron en una mejor posición, ya sea para estar en el puesto número 1, el número 2, el número 3, o nos da la oportunidad de elegir nuestro destino.
Es por eso que estoy decepcionado.
“La experiencia me ha enseñado mucho. Este partido es tan importante como el 82. Y no pudimos ganar y eso es lo que me decepciona”.
Aún es demasiado pronto en la campaña, pero la derrota del domingo por 132-121 ante los Pacers fue la primera vez que el entrenador Tom Thibodeau y Towns no la dejaron de lado como parte de una curva de aprendizaje.
Por tercera vez en sus últimos cuatro partidos, los Knicks (4-5) fueron vapuleados en el último cuarto. Permitieron demasiados triples, lo que permitió a los Pacers anotar 21 desde la línea de tres puntos, mientras que los Knicks anotaron solo siete.
Perdieron la ecuación matemática.
“Son un gran equipo ofensivo y nosotros cedimos demasiado”, dijo Thibodeau.
Towns anotó 30 puntos y tomó 9 rebotes.