Su apariciĆ³n y el impacto RD

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En enero de 1971, comenzĆ³ a operar en las calles de Santo Domingo la temida Ā«banda colorĆ”Ā», un grupo paramilitar vinculado al Partido Reformista y utilizado como herramienta de represiĆ³n y control social durante los 12 aƱos de gobierno del presidente JoaquĆ­n Balaguer. Este grupo, compuesto mayoritariamente por jĆ³venes, actuaba con violencia para disuadir protestas estudiantiles, sindicales y comunitarias, sembrando el miedo en la poblaciĆ³n y dejando un legado de confrontaciĆ³n y caos.

Acciones y modus operandi la banda colorĆ”

La banda colorƔ era conocida por sus mƩtodos intimidatorios. Sus integrantes portaban armas de fuego, cadenas, trozos de hierro y otros objetos contundentes, con los que agredƭan a quienes consideraban opositores al rƩgimen. Su presencia era particularmente notoria en escuelas, clubes sociales y sindicatos, donde irrumpƭan durante reuniones y actividades para dispersar a los asistentes, muchas veces con amenazas de muerte.

Uno de los ataques mĆ”s recordados ocurriĆ³ en mayo de 1971, cuando miembros de la banda irrumpieron violentamente en el liceo Juan Pablo Duarte, un bastiĆ³n de movilizaciones estudiantiles, obligando a las autoridades educativas a suspender las clases en varias escuelas de Santo Domingo.

Un mes despuƩs, en junio de ese mismo aƱo, protagonizaron nuevos ataques contra el liceo Juan Pablo Duarte, el liceo Panamericano, la escuela Fidel Ferrer y la escuela Paraguay, entre otras instituciones.

RelaciĆ³n con el Partido Reformista y las autoridades

El grupo era considerado un apĆ©ndice del Partido Reformista, actuando bajo la protecciĆ³n de figuras polĆ­ticas de alto nivel. Los reportes de prensa de la Ć©poca seƱalaban que las acciones de la banda colorĆ” contaban con el respaldo de miembros de la PolicĆ­a Nacional, quienes no solo ignoraban las denuncias presentadas por las vĆ­ctimas, sino que tambiĆ©n facilitaban su accionar al no intervenir durante los ataques.

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Esta complicidad institucional convirtiĆ³ a la banda en un instrumento eficaz para acallar las voces disidentes y mantener el control del rĆ©gimen sobre sectores crĆ­ticos.

FotografĆ­a de archivo de supuestos integrantes de la temible banda colorĆ”
FotografĆ­a de archivo de supuestos integrantes de la temible banda colorĆ”

Ataques destacados

AdemĆ”s de las escuelas, la banda atacĆ³ varias instituciones emblemĆ”ticas, como el Club Mauricio BĆ”ez, ubicado en Villa Juana, conocido por su activismo cultural y social; y la sede de la UniĆ³n Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes (UNACHOSIN), un sindicato que representaba a trabajadores del transporte. Estas agresiones buscaban desarticular movimientos sociales y laborales que pudieran desafiar el poder establecido.

Impacto social y legado histĆ³rico

La apariciĆ³n de la banda colorĆ” marcĆ³ una etapa oscura en la historia de la RepĆŗblica Dominicana, caracterizada por la represiĆ³n y la violencia sistemĆ”tica contra cualquier forma de oposiciĆ³n. Este grupo simbolizĆ³ la instrumentalizaciĆ³n de la violencia como herramienta polĆ­tica y dejĆ³ una huella imborrable en la memoria colectiva de quienes vivieron aquellos aƱos.

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El contexto polĆ­tico de la Ć©poca, dominado por el autoritarismo de JoaquĆ­n Balaguer, permitiĆ³ la consolidaciĆ³n de estructuras como la banda colorĆ”, que actuaban con total impunidad y reforzaban un clima de miedo generalizado. Aunque las acciones de este grupo cesaron con el final del rĆ©gimen de los 12 aƱos, su historia sigue siendo un recordatorio de los peligros de la represiĆ³n y la falta de rendiciĆ³n de cuentas.

Memoria histĆ³rica

A mĆ”s de cinco dĆ©cadas de la apariciĆ³n de la banda colorĆ”, su legado sigue siendo objeto de estudio por parte de historiadores y sociĆ³logos que buscan comprender cĆ³mo las dinĆ”micas de poder y control polĆ­tico marcaron una generaciĆ³n. Sus acciones, aunque destinadas a reforzar el autoritarismo, tambiĆ©n contribuyeron a fortalecer la lucha por los derechos civiles y sociales, impulsando la resistencia de movimientos estudiantiles y comunitarios que desafiaron el rĆ©gimen a pesar de la represiĆ³n.



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