Los ciclos son inevitables. A cada quien le toca jugar su rol en un espacio de tiempo limitado. El juicio de la historia es inexorable. Casi siempre ocurre en ‘’contumacia’’ y son los familiares, quienes disfrutan los reconocimientos públicos y también sufren el rechazo de las inconductas de los suyos.
He llegado a pensar seriamente sobre la existencia de un acuerdo secreto entre algunos gurús del deporte para callar deliberadamente todos los desaciertos que comete la dirigencia olímpica.
Hace años que el Comité Olímpico Dominicano ha perdido el poder de la narrativa. Ninguno de sus integrantes se animan a debatir el porqué de la inoperancia de esa entidad, llamada a ser modelo de excelencia, sin embargo, la actitud de su presidente, el señor Garibaldy Bautista y el secretario general, Luis Chanlatte, a quien se le reconoce mucha capacidad teórica, ha sido guardar absoluto silencio y admitir con su pasividad, que esa organización, rectora del olimpismo, ha sido buena para nada y ha desperdiciado cuatro años ante un movimiento deportivo nacional y una parte de hacedores de opinión pública, que no se han atrevido a pedirle públicamente ‘’ que se vayan ya’’ y dejen ese espacio a personas que quieran hacer un trabajo serio y honesto como el que realizan el empresario Manuel Estrella y el doctor Milton Ray Guevara por el fútbol dominicano.
El COD sigue anquilosado, atascado, inmovilizado, paralizado, sin ningún tipo de respuesta, luce realmente como un organismo atrofiado. Y lo penoso y lamentable, es que para el 2026, algunos de esos fracasados, tendrán la ‘’ cachaza y la cara dura’’ de presentarse nuevamente, buscando reelegirse en sus cargos.
El COD, electo para el periodo 2022- 2026, fracasó. Eso no lo duda nadie. Tiene algunos miembros brillantes y que han asumido con mucha responsabilidad sus funciones, pero han sido un grano de sal en un río caudaloso de agua dulce. Esos miembros del COD que han actuado bien, deben marcar distancia. En definitiva, ese COD ya ‘’ hizo lo que iba a hacer’’: nada.
Aunque algunos pretendan ocultarlo, el COD se mueve sobre mentalidades distintas.
Su presidente, Garibaldy Bautista, con su agenda propia, que incluye su reelección. Luis Chanlatte, un pensador solitario, cuya actitud explosiva en ocasiones, le ha dificultado crear un liderazgo perdurable, con momentos de tal lucidez, que a veces aglutina y luego todo lo deja diluir.
José Mera, Miguel Camacho, Irina Pérez, Rubén Tejeda, Miguel Rivera, entre otros, que aunque no lo expresen públicamente, en el fondo, difieren de Garibaldy Bautista y Luis Chanlatte en temas fundamentales del olimpismo.
Por: Ramón Rodríguez
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