Una red criminal compuesta por agentes policales, liderada por el coronel que dirigía la Intendencia de Armas de la Policía Nacional, sustrajo más de 900 mil proyectiles, según informaron las autoridades.
El Ministerio Público indicó que, la denominada Operación Pandora, se inició en octubre tras una solicitud conjunta del Ministerio de Interior y Policía y el director general de la institución uniformada.
En dicha operación, participaron más de 200 agentes de unidades especiales, la Policía Preventiva y la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), junto a 40 fiscales que realizaron allanamientos en el Distrito Nacional y en las provincias Santo Domingo, Santiago, Sánchez Ramírez y Pedernales.
Entre los detenidos se encuentran:
- Coronel Narciso Antonio Féliz Romero, encargado de la custodia de armas y municiones.
- Subintendente Juan Miguel Pérez Soler.
- Capitán Nelson Valdez, responsable del Depósito de Armas.
- Capitán y auditor Víctor Manuel Santos, acusado de manipular una auditoría en febrero para encubrir el robo.
- Segundo teniente Marino Antonio Rodríguez Toribio, armero de la Dirección Regional Cibao Central.
También se arrestó a otros integrantes clave, como el sargento mayor Miguel Ángel Gómez Espaillat, el cabo Juan Luis Díaz Medina, los rasos Rubiel Martínez (alias “Escobar”) y Moreibin Medina Pérez, y la imputada Miguelina Bello Segura.
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El órgano judicial destacó que el capitán Santos, quien llevaba más de seis años como auditor en la Intendencia de Armas, no solo alteró informes previos, sino que intentó manipular datos nuevamente tras avanzar la investigación. Este intento fue detectado a tiempo gracias al trabajo conjunto de los investigadores.
Durante la operación, se incautaron armas, municiones, dispositivos electrónicos, pruebas digitales, transacciones financieras y testimonios, consolidando un sólido expediente probatorio para presentar ante el juez de instrucción.
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El Ministerio Público valoró la colaboración entre instituciones en este caso, señalando que la denuncia interna de la Policía Nacional y su compromiso con la reforma institucional fueron fundamentales. “Este caso marca un antes y un después en la lucha contra la corrupción dentro de las fuerzas del orden”, afirmó el organismo en un comunicado.
La Operación Pandora representa un avance significativo en la lucha contra el crimen organizado y la corrupción, subrayando la importancia de la transparencia y la cooperación interinstitucional para fortalecer el Estado de derecho.
