El apoyo que está ofreciendo el presidente Luis Abinader a los deportes, merece un estruendoso aplauso, que retumbe en todos los rincones de la República Dominicana.
El mandatario ha demostrado que es un aliado de las actividades deportivas y no tiene reservas a la hora de apoyar la edificación.
de instalaciones nuevas o el mejoramiento de las ya existentes.
Pero, los funcionarios y beneficiarios no van acorde con el presidente Abinader y en su afán de lisonjear, ensartan un chorro de mentiras, que más que adornar, lo que hacen es empañar el buen trabajo del presidente Abinader.
Recientemente, la vicepresidenta Raquel Peña entregó el remozado techado del Club Gregorio Urbano Gilbert del barrio Libertad, en Santiago, en un acto con muchos deportistas y una gran cantidad de niños. Entonces, no había necesidad de hablar mentiras por parte de la dirigencia del club y las autoridades deportivas, cuando se dirigieron a los presentes, igual hicieron cuando visitó el Club Sameji y allí habló su presidente Miguel Balaguer.
“Estos techados tienen más de 20 años que no son reparados”, aseguraron sin sonrojarse y pensando que quienes escuchaban son tontos y que no se darían cuenta que mentían para congraciarse.
Recuerdo a la perfección, cuando fueron inaugurados los techados del GUG y Sameji en el año 1996, en una triple ceremonia que realizó el doctor Joaquín Balaguer, desde el lugar que acoge las estatuas de las Hermanas Mirabal en la avenida de ese mismo nombre y que incluyó además el edificio donde está la Junta Central Electoral.
Si los techados fueron inaugurados en 1996, es decir, hace 28 años, entonces, ¿Cómo es que estaban de reparar desde hace más de 20años?
Es como decir, que a los 3 o 4 años ya lo habían deteriorado. Es como decirle al presidente Abinader, que antes de que termine el nuevo mandato tendrá que volver a repararlo.
Además, cuando usted por meterle el pie al gobierno anterior, dice que la instalación tiene más de 20 años, no calcula que en esos 28 años de existencia, han pasado 20 del PLD, 4 de Hipólito Mejía y 4 de Luis Abinader.
Son instalaciones donde no se juega baloncesto superior, aunque se pavoneen de tener tabloncillo Fiba. Solo utilizan la Arena del Cibao, doctor Oscar Gobaira.
En marzo, cuando el presidente Abinader fue a visitar el monorriel, la gobernadora Rosa Santos dijo una mentira más grande que el monumento, pero como no era de deporte, no nos hicimos eco, a pesar del gran asombro.
“Lo que antes eran calles polvorientas, hoy acogen el monorriel”, dijo la dama, lo que motivó que muchos se preguntaran, ¿Polvorienta las avenidas Antonio Guzmán, Las Carreras y la Central? Una mentira de Santiago la pueden creer en Jimaní, pero no en la Hidalga de los 30 Caballeros. El presidente Luis Abinader no necesita de esos embustes para resaltar sus obras.
Por: Héctor García
hectorgarciasr@gmail.com