Los Angeles Lakers por fin han encontrado un pívot tras tener muy poca calidad en la posición.
Ese pívot no es otro que Deandre Ayton, ex primera selección del draft, quien ahora dirigirá la zona media de los Lakers, uniéndose a LeBron James y a Luka Doncic, compañero de Ayton en el draft de 2018.
El contrato es por dos años, con Ayton con opción de jugador para la temporada 2026-27.
Así que, pongámonos manos a la obra y planteemos las grandes preguntas.
¿Qué tipo de jugador se une a los Lakers?
Ayton proporciona a los Lakers una presencia constante de doble-doble. Es capaz de llegar a los 10 rebotes por noche, con un promedio de 10,2 rebotes en su carrera a lo largo de siete temporadas.
La anotación, que se concentra principalmente cerca del aro y en tiros cortos de media distancia, es un elemento muy debatido, dado que Ayton ha tenido una carrera bastante errática.
La temporada pasada, su segunda y última en Portland, promedió tan solo 14,4 puntos a pesar de varias temporadas con un promedio de 17-18 por partido. Su estado físico, la situación, el rol y el esfuerzo han influido enormemente en su comodidad con el balón y su dedicación.


En cuanto a su defensa, Ayton dio un giro notable durante su temporada de novato, comenzando el año como uno de los peores defensores interiores de la liga y terminando como uno de los mejores.
Ha mantenido una sólida presencia defensiva desde entonces, aunque todavía no es tan contundente como podría.
El pívot de 2,13 metros es atlético, tiene una envergadura de 2,26 metros y debería ser capaz de bloquear al menos dos tiros, incluso en una mala noche, solo para enviar un mensaje.
En cambio, prefiere priorizar el posicionamiento defensivo (lo cual no es malo) sobre las jugadas más contundentes, promediando un tapón por partido a lo largo de su carrera.
Si bien merece ser elogiado por ello, devolver los tiros tiene un efecto psicológico: un recordatorio a los rivales del peligro de entrar en la pintura.
Por: Morten Stig Jensen
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