Al autor de estos pĆ”rrafos, le fuera mucho mĆ”s fĆ”cil y significativo, escribir sobre los compromisos que tiene nuestra dirigencia deportiva con los Juegos Centroamericanos y del Caribe que estĆ”n āā al doblar de la esquinaāā, sin embargo, no estoy dispuesto a callar barbaridades que atentan directamente con la institucionalidad del ComitĆ© OlĆmpico Dominicano, entidad que ha sentado en sus poltronas a figuras prominentes como: el doctor Emil Kasse Acta, doctor JosĆ© JoaquĆn Puello Herrera, Ulises GarcĆa Saleta, Roque Napoleón MuƱoz, Luis MejĆa Oviedo, Don Mario Ćlvarez Dugan-Cuchito- Nelly Manuel DoƱe, Enrique Ripley, Hamlet Hermann, Carlos Lamarche Rey, Virgilio Travieso Soto, JosĆ© Manuel Ramos Brea, Danilo Aquino y cientos de ciudadanos que prestigiaron esa organización, otrora, orgullo del deporte nacional.
Hoy, tristemente, estoy en el deber de abordar un tema, aparentemente irrelevante, pero trascendente para quienes pasaron por esa entidad y ven cómo se desvanecen sus logros y con quĆ© celeridad crece el desprestigio del ComitĆ© OlĆmpico Dominicano, luego de haber tenido cuatro presidentes que en los Ćŗltimos aƱos la hicieron admirar y respetar: Juan Ulises GarcĆa Saleta, Roque Napoleón MuƱoz, JosĆ© JoaquĆn Puello Herrera y LuĆs MejĆa Oviedo.
No me resulta cómodo, sustentar que el ingeniero Garibaldy Bautista, presidente del ComitĆ© OlĆmpico Dominicano, merece una amonestación pĆŗblica por su triste proceder en las abortadas elecciones de Esgrimas.
Al parecer el presidente del COD, pensó que estaba dirigiendo la Federación de Softbol y olvidó por completo que él era el presidente de la entidad rectora del olimpismo.
Nunca emito un juicio de valor, amparado en vagos rumores.
He manifestado con responsabilidad absoluta que el presidente Garibaldy Bautista, actuó incorrectamente al permitir con su conocimiento, que, desde adentro del ComitĆ© OlĆmpico Dominicano, se obrara en favor de una de las planchas participantes en las elecciones de Esgrima.
ĀæCuĆ”les fueron las violaciones? Garibaldy recibió el listado de los votantes, emanado por una asamblea de la Federación de Esgrima y nunca lo dio a conocer. Manejaron siempre la tesis de que Gilberto Soriano no podĆa aspirar, pero no tuvieron el valor de hacĆ©rselo saber por escrito. āāLa Comisión electoralāā dio la cara, faltando horas para el proceso.
Desde adentro del COD, quisieron cambiar la regla de juego, cuando se produjo la unidad: Soriano- Junior.
Resultó muy lamentable, observar cómo el presidente del COD, insistĆa en seguir un proceso absolutamente viciado y desacreditado en cuestión de horas.
Al final, la autoridad de Garibaldy cayó desplomada ante la mirada de los miembros del COD, que lo apabullaron inmisericordemente.
Hay quienes aseguran que Garibaldy se sentó lastimeramente aislado sobre un sillón y le escucharon mascullar: āHe perdido el voto de Esgrimaāā.
Por: Ramón RodrĆguez
centrodeidiomaswashington@gmail.com