ParĆs, 3 de Septiembre (EFE).- Gabriel Geraldo Dos Santos, āGabrielzinhoā, es un nadador singular. Se ha ganado con su forma de ser al exigente pĆŗblico francĆ©s y, con tres oros en la imponente piscina de la Defense Arena, se ha convertido en una de las estrellas de los Juegos ParalĆmpicos de ParĆs, de los que sale convertido en el āhombre coheteā con el reconocimiento unĆ”nime de sus rivales.
ParĆs siempre estarĆ” ligada a la historia de Gabriel Geraldo Dos Santos (Santa Luzia, Brasil; 2002), puesto que en la ciudad francesa, a la espera de los 50 estilo libre, el brasileƱo suma un triplete de oros en los 200 estilo libre y los 50 y 100 espalda, clase S2 de deportistas con discapacidad grave.
Esas tres medallas de oro de āGabrielzinhoā, que no tiene brazos y tiene las piernas atrofiadas, superan a las tres que logró en Tokio 2020, que fueron dos de oro y una de plata, en lo que supuso su entrada por la puerta grande en el mundo de la natación paralĆmpica.

En ParĆs, en la piscina de la Defense Arena, cada dĆa con unos 13.000 espectadores en sus gradas, Gabriel Dos Santos, que mide 1,21 metros, se estĆ” exhibiendo como una de las estrellas de los Juegos. De hecho, en los 200 libres, el ruso Vladimir Danilenko, que compite como neutral, lo calificó como el āhombre coheteā. āRealmente me siento asĆ.
Los cohetes no van hacia atrĆ”s, siempre van derechos y hacia adelante, de frenteā, confiesa siempre con una sonrisa en los labios el nadador de 22 aƱos. Su carĆ”cter, amable y dicharachero, le estĆ” haciendo ganarse el cariƱo del pĆŗblico francĆ©s, que cada vez que salta a la piscina lo sigue con fervor. Ćl lo sabe y tambiĆ©n ofrece su espectĆ”culo.
Traga agua de la piscina y lo escupe forman un chorro, baila cuando sube al podio y hace guiños a la grada. Su relación con la natación se remonta a su niñez. En el pueblo donde vive, Corinto, hace mucho calor y, por tanto, hay que buscar la forma de estar a remojo y estar fresco.
Ćl se metĆa al agua dónde podĆa y eso le trajo varios sustos ya que a veces estuvo a punto de ahogarse. Por eso decidió aprender. āDeberĆa haber sido un trauma pero fue el detonante de mi mayor pasión. Cuando estoy en el agua, estoy en mi salsa, me siento yo. Me aĆslo del mundo exterior y estoy en simbiosis con el agua. Cuando llego a la piscina me transformo por completo.
Me olvido de todos los problemas de la vida y de todas las pruebas por las que he pasado. Siempre quise ser independiente y la piscina me lo permitióā, declara el brasileƱo en el documental āEl cuerpo pĆ©rdidoā, dirigido por Thierry DemaiziĆØre y Alban Teurlai. Su talento para la natación lo descubrió su profesor de Educación FĆsica, Aguilar Freitas, que le preguntó si sabĆa nadar y lo inscribió para una competición escolar.
āNi mi madre ni yo sabĆamos que Ć©l me habĆa inscrito. Fui y ganĆ© tres medallas de oro. EmpecĆ© a nadar allĆ y nunca parĆ©. Nadar es lo mejor que me ha pasado. Cambió mi vida por completoā. Su Ćdolo es Daniel Dias, que ganó 27 medallas en cuatro Juegos ParalĆmpicos entre PekĆn 2008 y Tokio 2020, y sigue una mĆ”xima que tiene muy presente cada dĆa- āNunca abandones tus sueƱosĀ».
Ćl trata de llevar a cabo ese lema, aunque su vida no ha sido fĆ”cil desde pequeƱo y continuamente tiene que reinventarse ante los avances de la sociedad. Utiliza los dedos de los pies para usar su telĆ©fono móvil, igual que hace con la consola, con la que le encanta jugar al fĆŗtbol a los videojuegos, su otra pasión.
De ParĆs sale convertido en estrella. Y en la llamada āciudad de la luzā, su estrella ha iluminado varias noches seguidas la piscina ante el fervor de un pĆŗblico que lo ha tomado como Ćdolo. EFE
Por: David Ramiro