FILADELFIA (AP).- Este 14 de febrero, el amor duele.
Al menos en Filadelfia, donde los fanáticos de los Eagles estarán animando a los campeones del Super Bowl y al mariscal de campo MVP Jalen Hurts en toda la Ciudad del Amor Fraternal.
Aunque el ahora retirado centro Jason Kelce cantó su famosa canción: «¡Nadie nos quiere, no nos importa!» después de la primera victoria del equipo en el Super Bowl en 2018, los fanáticos ruidosos pueden poner esa humilde alarde en duda el viernes cuando invadan la ruta del desfile del equipo desde la Avenida de las Artes en el centro de la ciudad hasta el Museo de Arte de Filadelfia.
Estarán gritando por el corredor que estableció récords Saquon Barkley, zumbando sobre el receptor abierto AJ Brown y enloqueciendo por Cooper DeJean, el back defensivo novato que corrió una intercepción hasta la zona de anotación en su cumpleaños número 22.
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Los Eagles, aunque no eran favoritos, dominaron a los Kansas City Chiefs el domingo, dejándolos fuera en la primera mitad antes de terminar con una fácil victoria de 40-22.
La alcaldesa de Filadelfia, Cherelle Parker, quien cometió una divertida metedura de pata cuando deletreó mal la palabra “Eagles” mientras encabezaba un cántico el mes pasado, se corrigió el martes llamándolos los “NFLCHAMPIONS”.
Ella y otros líderes de la ciudad imploraron a los exuberantes fanáticos del equipo que se mantuvieran a salvo y mantuvieran el ánimo festivo para la multitud que asistiría a la cena del Día de San Valentín.