Madrid, 16 de Abril (EFE).- El voto hispano en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2024 no fue determinante para la victoria de Donald Trump, según un estudio del Observatorio de la lengua española y las culturas hispánicas del Instituto Cervantes en Harvard.
El informe, titulado ‘El voto hispano en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de 2024’, examina el tamaño, distribución y participación del electorado hispano en el país norteamericano contrastando datos censales, encuestas y sondeos a pie de urna.
Según sus conclusiones, la votación de la comunidad hispana “no fue determinante para la victoria de Donald Trump en ninguno de los siete estados bisagra (Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nevada, Pensilvania y Wisconsin), ni en los tres estados con mayor población hispana (California, Florida y Texas) y mayor peso en el sistema del colegio electoral».
Incluso en aquellos estados donde el apoyo hispano al candidato republicano fue particularmente elevado, como Florida, la ausencia total de los votos hispanos “no habría revertido” el resultado electoral. Estos datos, según los autores del informe, Bruno Vega y Francisco Javier Pueyo, “contrastan con la narrativa imperante en la opinión pública, ya que en los comicios presidenciales de los Estados Unidos de 2024, la comunidad hispana recibió una atención mediática sin precedentes».
Los hispanos representan la minoría más numerosa de Estados Unidos, con una población que, según las estimaciones de la Oficina del Censo de EE. UU., supera los 65 millones y representa cerca del 20 % de la población total del país.
En 2024 el número de hispanos con derecho a ejercer el voto ascendió a 36,2 millones, lo cual representa un 14,7 % del electorado total —una cifra histórica—, por lo que, considerando que las elecciones en Estados Unidos pueden llegar a decantarse por menos de cien mil votos en estados clave, la comunidad hispana puede “constituir un grupo decisivo».
El voto hispano, mayoritariamente demócrata pero virando
Del informe también se desprende que el voto hispano en Estados Unidos “no es homogéneo”, sino que varía según múltiples factores demográficos y geográficos. Sigue siendo mayoritariamente demócrata, pero todas las encuestas manejadas “muestran una redistribución significativa” a favor del Partido Republicano.
Los investigadores instan a analizar “con cautela” el comportamiento electoral de este colectivo y sugieren que su preferencia partidista está vinculada a temas altamente controvertidos, como la inmigración irregular, las políticas de deportación, el uso del idioma y la criminalidad.
Además, piden “evitar la propagación de generalizaciones que carecen de un sólido respaldo empírico, pero que resultan en la construcción de un discurso público contundente». Por edad, el mayor respaldo al Partido Republicano se da entre los mayores de 50 años, pero la redistribución del voto más notable se observa entre los jóvenes de 18 a 29 años.
En cuanto al sexo, los hombres hispanos muestran un mayor respaldo al candidato republicano que las mujeres, quienes mantienen “un firme apoyo” al Partido Demócrata. Considerando la lengua hablada, en los hogares bilingües o donde se habla principalmente español tienden a votar con más fuerza a los demócratas, mientras que los votantes cuya lengua doméstica es el inglés dan mayor respaldo al candidato republicano.
El tema prioritario para los hispanos en las elecciones fue la economía familiar. Una porción “considerable” de los votantes insatisfechos con su situación económica “tiene esperanzas de que las políticas de Trump repercutan favorablemente en sus finanzas y su bienestar personales».
La identidad nacional de origen también influye en las preferencias políticas. Los cubanoamericanos, tradicionalmente afines al Partido Republicano, han mantenido esta preferencia, y los mexicanos y los puertorriqueños siguen mostrado un respaldo mayoritario al Partido Demócrata. EFE