De acuerdo a una comunicación que llegó a la redacción de la sección de deportes del ListÃn Diario, que dirige, Héctor J. Cruz, y que nunca fue desmentida, el secretario general del Comité OlÃmpico Dominicano, Luis Chanlatte, denunció que esa entidad, rectora del olimpismo, cabalgaba sobre un descrédito creciente. Aseguró, además, que su presidente, el ingeniero Garibaldy Bautista, maneja una agenda oculta, aunque nunca reveló el misterio.
En definitiva, Luis Chanlatte dijo en un español llano y entendible, que existÃa una crisis institucional en el seno del Comité OlÃmpico Dominicano. ¿Leyeron bien, amigos lectores? Crisis institucional. Y fue más lejos el amigo Chanlatte, aseveró que los miembros de la organización no estaban comprometidos en propósitos comunes y por lo tanto, el COD estaba inestable e ingobernable.
En menos de 24 horas, el Comité OlÃmpico Dominicano se reunió para »lavar los platos rotos», como sugirió Chanlatte y creyendo erróneamente que los dominicanos somos unos tarados, le dicen al paÃs, que ya están en armonÃa, unidos y fortalecidos.
Karl Popper, el genio austrÃaco, fundador del falsacionismo o racionalismo, dio como un hecho que las instituciones que se creen infalibles y no se someten a crÃticas y autocrÃticas, terminan siendo frágiles y eso está ocurriendo con el Comité OlÃmpico Dominicano. Pienso que lo primero que debieron hacer los miembros del Comité OlÃmpico Dominicano, fue refutar a su secretario general o admitir sus aseveraciones, pero, presentarse ante el paÃs y decir todo lo contrario a lo antes expuesto por su segundo hombre en mando, es creerse que los dominicanos somos unos tarados.
El deseo de todos los dolientes del deporte y sobre todo, los que aportan sus impuestos para que esa entidad maneje sumas millonarias, es que todos los integrantes del Comité OlÃmpico Dominicano, puedan unificarse realmente y enfocarse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 2026, armonizando con todas sus federaciones afiliadas, pero por dios, no nos crean tontos.
Estoy de acuerdo en que el COD se dé una segunda oportunidad, pues en la primera reprobó, aun y teniendo avances significativos en materia de transparencia, gracias al trabajo de su tesorero: José Mera.
Es extraño que a nadie se le ocurriera plantear en la reunión del ejecutivo, que era improcedente, decirle a la prensa deportiva nacional, que todo lo dicho por Chanlatte: ‘’ Fue un sin querer, queriendo’’.
Me inscribo entre quienes apuestan en dar una oportunidad al Comité OlÃmpico Dominicano, pero su presidente Garibaldy Bautista, debe exhibir mayor autoridad y definir las prioridades de la institución, no las suyas.
Por: Ramón RodrÃguez
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