El Gobierno de Joaquín Balaguer 1966-78 nunca ofreció información del atentado criminal contra el automóvil de Juan Bolívar Díaz, el 20 de marzo de 1970, acaecido, unos 20 minutos antes que él abordara para irse a su trabajo.
El atentado ocurrió en el transcurso de la persecución contra los comunicadores en especial aquellos que denunciaban las violaciones a los derechos humanos y los asesinatos contra los opositores.
Se cree que la bomba fue colocada en el vehículo en el transcurso de la madrugada y explotó mientras Juan Bolívar hacía los preparativos para salir de su vivienda, acción que ocasionó consternación en su persona al ver destruido su primer carro y sus familiares.
La intervención del servicio secreto salvó la vida de Juan Bolívar ante un plan de asesinato en su contra
En medio del espanto que esto produjo un agente del servicio secreto de la Policía le salvó la vida al informarle el contenido de un plan para asesinarlo, ofreciendo una serie de informaciones con detalles que fueron comprobados en los siguientes semanas.
Debido a estas amenazas de muerte y convencido de que sólo podría ejercer el periodismo “a medias tintas”, el 3 de noviembre de 1970 partió para México, DF donde trabajó en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y en el Centro de Investigación para la Comunicación Social hasta mayo, 1971.
De ahí viajó a Washington, DC donde laboró para la Sección de Comunicaciones del Departamento para América Latina de la Conferencia Episcopal de los EEUU, hasta noviembre de ese año cuando regresó a Santo Domingo.
El enfrentamiento de Díaz con Balaguer marcó su ascenso en el periodismo y el debate político de la época
Luego en el año 1972 regresó al país y comenzó a trabajar en el vespertino Ultima Hora donde laboró hasta mayo del 1974 en calidad de reportero. Una de las entrevistas más celebres que realizó en ese periodo fue la de Toribio Peña Jáquez, bautizado como el guerrillero sin montañas porque se extravió en el desembarco de la guerrilla de Francisco Alberto Caamaño en 1973. Entrevista que fue realizada dentro de un vehículo que transitaba por la ciudad de Santo Domingo que se encontraba militarizada en la búsqueda de los guerrillero.
Sin embargo, el propio Juan Bolívar relaciona el atentado a los tropiezos con el poder, uno de ellos fue en julio con el propio presidente Joaquín Balaguer, durante una rueda de prensa celebraba en la mitad de su primer gobierno, televisada en vivo se me ocurrió recordarle al Presidente sus dos compromisos básicos de campaña, que devolvería la paz al país y reduciría el costo de la vida, indicándole que los continuos asesinatos políticos y la elevación del costo de la vida me inducían a preguntarle si alcanzaría sus dos objetivos básicos “en los dos años que le quedan”.
Pero, el mandatario reaccionó golpeando la mesa con sus manos, tratando de aplastar al joven desconocido y atrevido. Creo que lo que más le molestó fue la impertinencia de decirle que le quedaban dos años de gobierno. Aquel incidente me lanzó de repente al estrellato periodístico, porque me paré dos veces para sostenerle un animado diálogo, y al día siguiente muchos andaban preguntando de dónde salió el muchacho, 23 años tenía, que sacó de quicio a Balaguer.