SALCEDO.- Cuando el reloj marque la 4 y 50 minutos de la tarde de este lunes 10 de marzo, la memoria colectiva de los habitantes de esta ciudad, recordarán con una sobrecarga de tristeza en sus corazones, los videos en vivos, las fotos y los lamentos de 11 personas entre ellos 10 menores y un adulto, cuando con sus trajes de macaraos en llamas pedían auxilio a la multitud que despavorida corría de un lado a otro.
Domingo (Mingo) Jiménez, abuelo de Janelvi Jiménez, de ocho años, dice que la pesadilla que se inició ese domingo hace este lunes justamente un año, todavía no logra deshacerse de la memoria de sus familiares, quienes cada día recuerdan al nieto que según narró al periódico El Nacional, era la luz de sus ojos.



Junto a Janelvi Jiménez, murieron otros 8 niños y un adulto, los cuales según dijo, son recuerdos que pesan en los corazones de los padres, tíos, abuelos y demás familiares quienes expresan según dijo, un profundo rechazo a las fiestas carnavalescas, las cuales y atendiendo al clamor de la población, este año fue suspendida por la directiva de la Unión Carnavalesca de Salcedo (UCASAL).
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Este domingo se llevó a cabo una misa en el templo parroquial San Juan Evangelista, hasta donde se dieron cita, familiares, así como diversas autoridades y parte de los directivos de UCASAL, quienes al igual que los demás presentes en dicha eucaristía expresaron sentir tristeza por el triste recuerdo de ese 10 de marzo del pasado año.



“Soy de los que piensa, que en este pueblo no debe haber más carnaval, pues de hacerse, cada vez que se lleven a cabo estas celebraciones carnales, muchas familias vamos a sentir un peso enorme en nuestros corazones, por lo que como familiar y en representación de los demás afectados, pedimos de que estas celebraciones cesen de manera definitiva”, dijo Jiménez.
Un poco de historia
Según las crónicas de ese entonces, Salcedo vivía el bullicio de de las fiestas de carnaval, y en la tarima o cueva de uno de los grupos, uno de los petardos se incendió, cayendo la chispa en uno de los niños que merodeaban por el lugar, y el cual se encontraba disfrazado de macarao, con papel crepe, encerado.



Se recuerda que de inmediato, otros niños también resultaron alcanzados por la chispas, y otros y otros, lo que llenó de confusión y pánico a todos los allí presentes, y por lo que unas 18 personas resultaron lesionadas de las cuales, 11 fueron hospitalizadas, muriendo finalmente 9 niños y un adulto en fechas posteriores.

La primera víctima de ese fatal suceso fue el infante Adriel Leonardo, de 5 años de edad, y a este les siguieron otros 8 niños y el adulto Henry Rosario Ortega, siendo el último en morir el adolescente Edwin Arias, de 12 años de edad.
Se recuerda el Presidente Luis Abinader y junto a la Primera Dama Raquel Arbaje asistieron a darles el pésame a los familiares de los fallecidos.

Misa de este domingo
Al dirigirse a los presentes, en el templo parroquial, el presidente de UCASAL, el folklorista Carlos José Reynoso, dijo que como entidad se sienten muy agradecidos por la masiva presencia a la misa que en conmemoración a los fallecidos fue oficiada en esta ciudad.
«Como Unión Carnavalesca estamos agradecidos de toda la ciudad por la asistencia masiva a esta misa en honor a los caídos de esta tragedia en nuestro pueblo al conmemorarse un año», expresó Reynoso.

Otros de los que se expresaron en dicha misa, fue el pasado rey del carnaval de Salcedo, el también trabajador cultural Félix Núñez, mejor conocido como “Félix Si”, quien dijo que este terrible suceso debe ser recordado durante muchos años como uno de los capítulos más difíciles de esta ciudad.
Las víctimas de la tragedia del carnaval de Salcedo
Los fallecidos por el terrible suceso fueron: Adriel Leonardo, cinco años; Ángel Miguel Santos Ovalles, 13 años; Joel Alexander García, seis años; Aquiel de Jesús Diloné, 11 años; Henry Rosario Ortega, 53 años; César Junior Polonia, 15 años; Janelvi Jiménez, ocho años; Esteban Hernández, 14 años; Edwin Arias, 16 años y Randiel Abreu, 15 años.
A un año del trágico suceso, la comunidad de Salcedo sigue sumida en el luto, con la esperanza de que la seguridad y la prevención sean prioridad en cualquier celebración futura.