Centroamericanos 2026: en un gran momento

by manayradiostudio@gmail.com
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Antonio Gramsci, marxista, fundador del partido comunista italiano, siempre sostuvo la tesis, de que el punto de inflexión para resolver cualquier conflicto, era cuando éste se encontraba en su momento más álgido de contradicción.

La convocatoria hecha por el Comité Olímpico Dominicano a los presidentes de federaciones para dialogar sobre aspectos fundamentales de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2026, que deberán celebrarse en la República Dominicana, sacó a relucir que existe un gran disgusto en la mayoría de los presidentes de las federaciones nacionales.

Las razones por las cuales los federados no están entusiasmados para cumplir con su rol para los juegos del 2026, son diversas. Mientras tanto, es de justicia significar que la transparencia económica de esta justa regional, está garantizada con José Monegro. El presidente Luis Abinader no se equivocó con la designación del director del periódico El Día, como presidente del Comité Organizador.

Le tocará al amigo Monegro, emplear toda su capacidad gerencial, y agudo sentido crítico para escuchar y socializar, haciendo saber vehementemente a todo su entorno técnico y administrativo, que, en estos tiempos, no se manejan verdades absolutas y que hay que estar dispuestos a aceptar sugerencias con humildad.

Es bueno que se haga conciencia, que estos juegos, ni siquiera son propiedad del presidente de la República, Luis Abinader. Este acontecimiento deportivo está sustentado en los impuestos que pagan todos los ciudadanos y, por lo tanto, los dominicanos son los verdaderos dueños del evento.

Los federados han sabido enarbolar un discurso que justifica retóricamente todas sus quejas, pero en el fondo, sus reclamos tienen el mismo tamaño de sus intereses y eso no es criticable, pues las personas que han sido nombradas para trabajar en el Comité Organizador, no son honoríficas.

¿De qué se quejan amargamente los federados? Quieren tener mayor participación en las áreas organizativas. Manifiestan que no hay una comunicación eficaz con ellos. Dicen ignorar dónde practicarán los atletas, cuyas instalaciones están siendo intervenidas y algunos más sagaces, alegan ignorar cómo se harán los desembolsos económicos para las delegaciones.

Los intereses de los federados salieron a flote: algunos aspiran a tener notoriedad, otros quieren que sus federaciones salgan fortalecidas y los voraces de siempre: quieren que caiga el Maná del cielo, pues manifiestan abiertamente, que es inconcebible que tantos millones caigan en los bolsillos de gente que nada tiene que ver con el deporte. ‘’Se llenan los bolsillos y no vuelven jamás’’.

Ya dije y lo reitero: el ingeniero Carlos Bonilla, ministro de Mived, revivió el comesolismo. Se quedó con todo, dejando con las manos vacías a los ingenieros del Movimiento Deportivo. Y eso no es justo, señor Bonilla.

Por: Ramón Rodríguez
centrodeidiomaswashington@gmail.com



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