El núcleo de la tierra se detuvo y ahora parece girar en sentido contrario

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El núcleo de la Tierra se ha frenado y es posible que esté girando en sentido contrario que la superficie del planeta, lo que puede provocar que los días se acorten en unas fracciones de segundo e influir en el clima y el nivel del mar, según un estudio publicado hoy en Nature Geoscience.

El núcleo de la Tierra es una esfera de hierro casi puro a más de 5000 kilómetros de profundidad que está más caliente que el Sol.

Este globo sólido, de unos 1.200 kilómetros de diámetro, gira libremente en un mar de hierro fundido y otros metales, conocido como núcleo externo. Al girar genera el campo magnético de la Tierra, que la protege de la radiación espacial y permite que haya vida en su superficie.

Los dos autores de este trabajo son Yi Yang y Xiaodong Song, investigadores del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín, en China.

Es difícil acceder a lo profundo de la tierra, motivo por el cual, es habitual analizar terremotos porque la variación de las ondas sísmicas a medida que atraviesan el planeta desvela la composición interna del núcleo y su velocidad de rotación, segura el estudio.

Por tal rezón, Yi Yang y Xiaodong Song, para obtener el resultado de la investigación analizaron casi 200 terremotos en las islas Sándwich del Sur, un remoto archipiélago del Atlántico cercano al polo Sur, entre la década de 1960 y la actualidad. 

Rotación

Patrón de la oscilación del núcleo interno. Foto: Edward Sotelo / USC

Descubrieron que, desde 2009 aproximadamente, las trayectorias que antes mostraban una variación temporal significativa han experimentado pocos cambios, lo que sugiere que la rotación de esta capa se frenó notablemente.

En concreto, con relación a la rotación de la corteza o superficie terrestre, el núcleo interno pasó de girar más rápido a hacerlo a la misma velocidad (como si se detuviera) y luego se volvió más lento.

Sin embargo, desde la perspectiva de las estaciones sísmicas en la superficie, este cambio se percibe como una inversión de la rotación del núcleo interno: ahora parece girar en dirección contraria. Es decir, hacia el oeste.

De acuerdo con Yang y Song, los datos aportan pruebas de la existencia de interacciones dinámicas y cambiantes entre las diversas capas de la Tierra, desde al núcleo hasta la corteza, que estarían relacionadas con el acoplamiento gravitatorio y al cambio de momento angular del planeta.

A causa de este fenómeno los científicos concluyeron que los días se están acortando (hoy duran una milémsima de segundo menos que hace 50 años) y esto podría deberse, al menos en parte, a la variación en el movimiento del núcleo.



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